Izamal, una pequeña ciudad pintoresca situada a tan solo 45 minutos de la ciudad de Mérida, Yucatán. Es una ciudad muy tranquila, ideal para caminar sus calles, conocer sus plazas y casonas y probar su exquisita gastronomía. Su nombre en maya significa “rocío que se cae del cielo”.
En el 2001 Izamal fue nombrado Pueblo Mágico por el Programa Nacional de Turismo; la primera localidad en Yucatán en recibir este título. Además se le considera el destino cultural más importante del mundo maya.
El color amarillo describe a esta maravillosa ciudad. Te sorprenderás al ver que todo está pintado de amarillo y blanco. Hay varias teorías que explican el por qué; unos dicen que el color fue seleccionado por ser un tono que combinado con la cal servía para ahuyentar a los mosquitos, otros piensan que los mayas lo consideraban un pigmento sagrado al relacionarlo con el maíz, pero la versión oficial es que en 1992 el Papa Juan Pablo II visitó esta ciudad y ofreció una misa en el convento. Desde entonces la mayoría de las casas están pintadas con los colores del Vaticano.
Izamal es considerada la “ciudad de las tres culturas”, ya que posee herencias culturales de la época prehispánica, la época colonial y la época contemporánea.
En Izamal se encuentra el Convento de San Antonio de Padua, un edificio religioso fundado en 1549 por los frailes franciscanos bajo la guía de Fray Diego de Landa. Fue construido sobre las ruinas del antiguo edifico prehispánico Pap- Hol-Chac, cuyas piedras se utilizaron para la construcción del convento. El convento tiene el atrio más grande de Latinoamérica y el segundo más grande del mundo, después de la plaza de San Pedro en el Vaticano. Está formado por 75 arcos que forman un largo corredor.
Dentro del convento se puede visitar la Parroquia de San Antonio de Padua, El Camarín de la Virgen de Izamal y el Museo del Convento.
Además del Convento se puede conocer y recorrer maravillosas pirámides como la de Tu’ul, Habuk, Izamatúl. La más impresionante es la de Kinich Kakmó que mide 34 metros de altura y se puede subir hasta la cima.
KINICH
La gastronomía de Izamal ofrece una propuesta culinaria que conserva sus orígenes yucatecos. KINICH es el restaurante donde puedes conocer y probar todos estos exquisitos platillos típicos.
KINICH abrió sus puertas en marzo de 1993 gracias a Miriam Azcorra, propietaria de este, quien se crio en el restaurante y fue el hogar de su familia. Las recetas son las que su abuela cocinaba en ese entonces.
Visitar y comer en KINICH es toda una experiencia que te hace sentir como si estuvieras en una gran casona, con terrazas al aire libre, techos de palapa, arte y herencias familiares colgadas en las paredes. Cuenta con una impecable cocina y el área de tortilla y parrilla donde dos mujeres mayas elaboran las tortillas a mano y cocinan algunos platillos a la parrilla. Como es un restaurante muy familiar, también hay un área de juegos para los niños.
El menú está elaborado de gastronomía yucateca clásica, con ingredientes frescos y de gran calidad. Los precios son muy accesibles y la comida de las más exquisitas.
El menú incluye platillos como:
- Longaniza de Valladolid
- Papadzules
- Panuchos
- Empanadas
- Ensalada kinich
- Sopa de lima
- Poc chuc
- Relleno negro
- Sopa de lima
- Filete de cerdo a la yucateca
- Escabeche oriental
- Queso relleno
- Zak Kol
- Zak Pebre
- Dzic de Venado
- Dulce de papaya
- Flan napolitano
- Mazapán
- Helados de elaboración casera con sabores de frutas