Adrián es un jóven al que le encanta cocinar. Recientemente abrió junto con familiares y asociados el restaurante Catrín en el Centro de Mérida, y estará participando como colaborador en algunos eventos en la casa de ventas de Cittadela.
Mi primer contacto con la gastronomía fue cuando mi hermana me invitó a entrar a un diplomado de cocina que duraba 2 años y medio. Para ese entonces, yo había dejado la escuela y empezado a trabajar con mi hermano en una empresa de bienes raíces.
Entré al diplomado en la escuela CORBUSE de Mérida donde disfrutaba mucho las clases ya que el chef nos enamoraba cada día con sus pláticas. A los 6 meses cierra la escuela y me quedo con ganas de más, hasta que entré a la carrera de gastronomía en Culinaria del Sureste y en el segundo semestre inicié mis prácticas en el restaurante “Ichees” con Luis Barrosio y luego en el restaurante “Néctar” con Roberto Solis. Me encantó trabajar ahí porque se me presentaron varias oportunidades como estar cocinando y presentarme en el evento Hokol Vuh junto a muchos de los mejores chefs del mundo, incluyendo a René Redzepi quien era el estelar y me tocó cocinar en su equipo.
Decidí viajar a Monterrey durante un verano para seguir haciendo mis prácticas con el chef Alfredo Villanueva. Luego me enteré que iban a cerrar mi generación de la carrera de Gastronomía y tenía que esperar un tiempo para seguir estudiando. Así que decidí dejarlo y encontré un diplomado en Operación y Administración Restaurantera en Culinaria donde descubrí que me encantó el tema administrativo y operativo. Por más que amaba la cocina y era un ambiente en el cual me sentía cómodo, decidí enfocarme más en esa área. Aunque nunca dejé la cocina, siempre buscaba alguna oportunidad para cocinar en cenas privadas o eventos con grandes chefs como Massimo Bottura y Joan Roca.
Llegando a Mérida se me presentó la oportunidad de abrir un restaurante con mis hermanos y unos socios que me apoyaron al 100% con el proyecto.
No me sentía tan listo para esta gran responsabilidad ya que nunca había estado a cargo de absolutamente todo. Pero gracias a la ayuda de muchas personas que he conocido y algunos errores que me tocó cometer, logramos abrir el restaurante Catrín.
La idea del restaurante Catrín viene del concepto de un botanero estilo Monterrey del chef Alfredo Villanueva (Creador del botanero Santa Lucia en Monterrey y creador del menú de Catrín). Se quería lograr un menú con el estilo de un botanero pero utilizando productos y gastronomía de todo México para darle a los comensales una experiencia de lo que se come en todo el país.
Por medio del restaurante surgió la oportunidad de empezar a servir cenas privadas y eventos de Catering, así como también de colaborar en la preparación de las cenas para la oficina de ventas de Cittadela.